Destruido un importante mural que era patrimonio artístico y cultural del pueblo puertorriqueño

Foto actual de la pared donde estuvo el mural a Julia De Burgos realizado 
por el Maestro José Antonio Torres Martinó en 1966 ahora pintada de blanco.


Por Edwin Velázquez Collazo

Sucedió lo que todos temíamos, que como artista y gestor cultural me indigna. Ver destruida una valiosa obra de arte ante la ignorancia cultural de agencias del gobierno y la empresa privada. Nos referimos al mural del Maestro José Antonio Torres Martinó creado en 1966 e inspirado en el poema Río Grande de Loíza de Julia de Burgos y que estaba ubicado en la misma escuela que llevaba el nombre de esta gran poetisa puertorriqueña localizada en la Urb. Los Ángeles en Isla Verde, Carolina.

La escuela que fue una de las primeras cerradas en los pasados años por la administración actual tenía en el área del salón comedor este inmenso mural que fue realizado por el artista como parte de un programa de obras de arte en lugares públicos que originó para la década sesenta el director del Instituto de Cultura Puertorriqueña de entonces Don. Ricardo Alegría bajo el gobierno de Luis Muñoz Marín. El proyecto Incluía murales, mosaicos y esculturas en escuelas y que posteriormente formarían parte del patrimonio artístico del país.


 Mural del Maestro José Antonio Torres Martinó mutilado ante la 
ignorancia cultural y negligencia de agencias del gobierno.

Es duro como puertorriqueño recibir la noticia que confirmaba nuestras sospechas durante la mañana de hoy jueves 11 de abril de 2018 cuando los licenciados Gutiérrez y González de la oficina del Representante a la Cámara, Denis Márquez Lebrón , luego que la profesora Margarita Fernández Zavala  levantara una alerta cultural recientemente y que Puerto Rico Art News apoyo, mediante una visita ocular a  las facilidades confirmaron  uno de los mayores ultrajes cometidos a la cultura puertorriqueña al documentar fotográficamente la mutilación cometida al mural del Maestro José Antonio Torres Martinó al mismo ser cubierto con pintura blanca.

Ante este crimen cultural el Representante a la Cámara el honorable Denis Márquez Lebrón radicó la resolución 872 para ordenar a la Comisión de Educación Arte y Cultura de la Cámara de Representantes a realizar una investigación sobre la destrucción del mural. Además, radicó la resolución 302 para ordenar al Departamento de Educación a realizar un inventario urgente de todas las obras de arte, murales, pinturas y esculturas que son parte de las escuelas públicas y para que, en conjunto con el Instituto de Cultura Puertorriqueña, garantice la custodia, permanencia y protección de las obras de arte, murales, pinturas y esculturas que se encuentran en las escuelas que están cerradas temporera o permanentemente.

Carta de agradecimiento de los estudiantes de la escuela Julia de Burgos en Carolina enviada al Maestro  José Antonio Torres Martinó. Tengo  que señalar que durante años la empleadas del comedor fueron las protectoras y vigilantes del mural porque se sentían orgullosas del mismo. 

Pero no todo está perdido según restauradores consultados el mural puede salvarse y lo importante es comenzar una iniciativa de recuperación y restauración de este. Por cuanto le exigimos al Instituto Cultura Puertorriqueña que ante la negligencia cometida como agencia en velar por nuestro patrimonio artístico tome posesión de este e inicie un proceso que lleve a su restauración y posterior disfrute por la sociedad puertorriqueña.

Aquí todas las agencias envueltas han sido participes de esta incompetencia y negligencia crasa en proteger el mural del Maestro José Antonio Torres Martinó, desde el Instituto Cultura Puertorriqueña no solo por ser la agencia que lo comisionó sino porque su deber es proteger nuestro patrimonio cultural para futuras generaciones, el reverendo Otoniel Font de la iglesia Fuente de Agua Viva ente administrador de la antigua escuela Julia de Burgos en Carolina, ahora colegio Fountain Christian Bilingual School como ciudadano corporativo por su ignorancia cultural, el Departamento de Transportación y Obras Públicas por ser el titular de la propiedad conocida como antigua escuela Julia de Burgos en Carolina por su negligencia al rentar las mismas sin incluir cláusulas para la protección del mural y por último al Departamento de Educación  al no cumplir con sus obligaciónes fiduciarias  como custodios de esa gran obra de arte,  todos son responsables por mutilar el pasado artístico de un país.

Por tanto como artista plástico y gestor cultural invitó a  toda la comunidad de nuestro panorama de las artes plásticas y cultural a unirnos en una sola voz no solo para rescatar  este valioso mural de la historia del arte puertorriqueño sino para proteger todo nuestro patrimonio y legado cultural. 

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Comentarios

  1. Estoy indignado



    Sí, estoy indignado, y mi indignación no ha alcanzado sus límites. Estoy indignado porque de nuevo la horda ha prevalecido sobre la razón, aprovechando la confusión y el descalabro que dejó María tras su paso. ¿Y quién forma esta horda?, preguntarán ustedes. Pues, el mismo masacote de asimilistas, ignorantes y fanáticos religiosos que ya estaban instaurados aquí, pero que han florecido tras el paso del huracán. Ahora han perpetrado un acto de vandalismo en la escuela Julia de Burgos en Carolina. Han borrado de la faz de la tierra un mural que adornaba esas paredes desde el año 1966, creado por el insigne artista puertorriqueño José Antonio Torres Martinó. Supongo que los burros con rolo, no tendrán ni la más mínima idea de quien era Martinó, pero fue una personalidad que marcó toda una época. Pintor, grabador, líder sindical, locutor, actor y profesor de la Universidad de Puerto Rico, cuando yo lo conocí, en la facultad de Arquitectura.
    ¿Qué razón habrán aducido para eliminar una obra de arte, que por otro lado se había convertido, por su longevidad, en una pieza histórica que todos los estudiantes que habían asistido a clases en esa escuela respetaron por más de cinco décadas? Una pieza basada en el poema épico al Río Grande de Loíza de nuestra más icónica poeta. Y esa no es la única razón para sentirme indignado, sino que hay más en el artículo que saca a la luz unas feas realidades.
    Una, que la “excelsa” secretaria de educación (con minúscula a propósito) Julia Keleher, se ha empeñado en pasar a la historia como la incumbente que ha cerrado más escuelas en este país. Y las cierra para venderlas y alquilarlas al mejor postor, mientras nuestros hijos y nietos se quedan en la calle, huérfanos de enseñanza. En este caso cerró la escuela Julia de Burgos, para alquilarsela a la Iglesia Fuente de Agua Viva por $1. ¡Por $1! Esto, a la gente que han acumulado cientos de millones de dólares, solamente en excenciones contributivas. Pagan esa fabulosa suma, para establecer una escuela privada y sectaria y seguir propalando el mito de la creación sobre la evidencia científica de la Evolución. ¡Ah! ¡Pero lo van a hacer de forma bilingüe! Que no es otra cosa que crear gente ignorante en ambos idiomas.
    En segundo lugar: ¿Así es que el incumbente gobierno cree en la separación de Estado e Iglesia?: Separan las escuelas del Estado para dárselas a las Iglesias. Mejor sería que revisaran el sueldo exhorbitante que le están pagando a doña Julia y a otros secretarios y “consultores” (que han proliferado después de la tormenta como las sabandijas) y dedicaran ese dinero a restaurar las escuelas y Universidades, como es su obligación y nuestro derecho. Para que no hayan más vándalos por ahí pintando donde no deben pintar. Y hablando de pintar, porque estos zánganos no se pintan ...



    José A. Peláez

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