Reyes-Casanova fue uno de los primeros puertorriqueños becados para participar del curso en Conservación Arquitectónica del International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property (ICCROM), en Roma, Italia. En sus 50 años de carrera, ha trabajado en más de 400 proyectos de arquitectura. De estos, sobre 150 han requerido la puesta en práctica de protocolos de conservación. Entre los más destacados se encuentran el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan, la restauración de la Casa Roig en Humacao y la Casa Power y Giralt, sede del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico (hoy Para La Naturaleza), la restauración y rehabilitación de la Galería Nacional/Convento de los Dominicos, del Parque Ceremonial Indígena de Caguanas y la Residencia Jesús T. Piñero del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Además, el arquitecto se destaca por sus extensas investigaciones para el Teatro de la Universidad de Puerto Rico y el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan, en el cual dirigió trabajos de restauración. Su porfolio también incluye la restauración del edificio Rafael M. de Labra, sede del Museo de Arte Contemporáneo, y la rehabilitación y nueva construcción de la sede del Museo de Arte de Puerto Rico.
El director general del CENCOR, Héctor Berdecía Hernández, destacó que Reyes-Casanova ha desarrollado conocimientos y metodologías fundamentales para apoyar la labor de otros arquitectos y profesionales dedicados a la conservación. “En el CENCOR estamos enfocados en destacar y reconocer a esos individuos que han aportado al campo y en promover las mejores prácticas para la conservación del patrimonio”, explicó.
Por su parte el arquitecto restaurador Pablo Ojeda O’Neill, presidente de la Junta de Gobierno del CENCOR destacó que “El arquitecto Reyes-Casanova incluyó el tema de conservación del patrimonio en todo su haber profesional. Fue de los primeros arquitectos contemporáneos que influyeron en su práctica proyectos que tuvieron que ver con el patrimonio. Su sensibilidad hacia el tema de la conservación ha sido una constante en su práctica; no un accidente.”
Desde que era apenas un niño, Reyes-Casanova demostró un interés particular en registrar su propia vida a través de los objetos. Esa inclinación lo motivó a coleccionar artículos de todo tipo –cajas de fósforos, sellos, monedas, carteles– a los que les asignaba importancia por su estética, la curiosidad que le provocaban o el momento que evocaban. La vocación de arquitecto nació durante su adolescencia, al observar el proceso de construcción de la casa de su familia, a cargo del arquitecto William Biscombe.
“Mi afán es tratar de conservar la memoria colectiva. Creo que es importante mantener las cosas que recordamos, que vieron mis padres, y que quiero que vean mis nietos. Darle continuidad a la historia visual del país”, explicó el arquitecto Reyes Casanova, quien se acerca a trabajar con los edificios con el cuidado de un médico que va a operar a un paciente, pues sabe que de este rigor depende su permanencia.
Además de la arquitectura, a Reyes-Casanova le apasionan las artes y la filantropía, campos en los que también ha aportado de manera excepcional. Fue miembro fundador y miembro de la Junta de directores del Museo de Arte de Puerto Rico, es miembro de la Junta de directores del Museo de Arte de Bayamón y miembro del Consejo Asesor del Museo y Centro de Estudios Humanísticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez de la Universidad Ana G. Méndez en Gurabo. Su colección cuenta con sobre 2,000 piezas de más 600 artistas de cuatro generaciones de arte puertorriqueño en formatos que incluyen pintura, escultura, cartel y medios mixtos. Varias de estas han sido donadas a museos o prestadas para exhibiciones.
Desde que era apenas un niño, Reyes-Casanova demostró un interés particular en registrar su propia vida a través de los objetos. Esa inclinación lo motivó a coleccionar artículos de todo tipo –cajas de fósforos, sellos, monedas, carteles– a los que les asignaba importancia por su estética, la curiosidad que le provocaban o el momento que evocaban. La vocación de arquitecto nació durante su adolescencia, al observar el proceso de construcción de la casa de su familia, a cargo del arquitecto William Biscombe.
“Mi afán es tratar de conservar la memoria colectiva. Creo que es importante mantener las cosas que recordamos, que vieron mis padres, y que quiero que vean mis nietos. Darle continuidad a la historia visual del país”, explicó el arquitecto Reyes Casanova, quien se acerca a trabajar con los edificios con el cuidado de un médico que va a operar a un paciente, pues sabe que de este rigor depende su permanencia.
Además de la arquitectura, a Reyes-Casanova le apasionan las artes y la filantropía, campos en los que también ha aportado de manera excepcional. Fue miembro fundador y miembro de la Junta de directores del Museo de Arte de Puerto Rico, es miembro de la Junta de directores del Museo de Arte de Bayamón y miembro del Consejo Asesor del Museo y Centro de Estudios Humanísticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez de la Universidad Ana G. Méndez en Gurabo. Su colección cuenta con sobre 2,000 piezas de más 600 artistas de cuatro generaciones de arte puertorriqueño en formatos que incluyen pintura, escultura, cartel y medios mixtos. Varias de estas han sido donadas a museos o prestadas para exhibiciones.
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