Grisselle Soto Vélez
Redacción - La Fundación Talento Humano radicada en Colombia seleccionó a la artista y educadora puertorriqueña Grisselle Soto Vélez para otorgarle el Pergamino de Orden al Mérito Artístico. El reconocimiento se llevará a cabo el 27 de julio de 2023 a las 7:00 pm en el Palacio del Arte y la Moda de Medellín. También a tales efectos se llevará cabo una exposición itinerante junto a otros artistas en las ciudades de Medellín, Cartagena y Barranquilla comenzando el 30 de junio de 2023 y terminando el 30 de noviembre de 2023.
SerieArenas Rojas I
La profesora destaca en los géneros del retrato y el paisaje. En el retrato busca capturar y visibilizar a la persona retratada, es decir, sus geografías espirituales con técnicas hiperrealistas. En cuanto a sus paísajes, Grisselle Soto Vélez busca compartirnos los paisajes puertorriqueños llenos de color, llenos de luz y contrastes. Este género se muestra a través de sus manos desde muy temprano en su formación como artista en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de su natal Puerto Rico hasta 1991. Allí desarrolló su tesina en la que mediante el grabado plasmó singulares paisajes campesinos y costeros donde se podía apreciar la vida y la belleza de las formas del campo, así como del oleaje marino nocturno. Este tema le ganó Mención de Honor en la Bienal de Grabado de Latinoamerica y el Caribe en 1995. Soto, alternó este género con el retrato y otros medios del arte mientras continuaba estudios de Maestría en la prestigiosa academia Academia San Carlos en la UNAM. Luego de formar parte de la delegación de puertorriqueños en la primera Bienal del Grabado de Argentina (2001), realizó retratos escultóricos para Miss Universo así como proyectos educativos que impactaron la educación de su país.
La profesora destaca en los géneros del retrato y el paisaje. En el retrato busca capturar y visibilizar a la persona retratada, es decir, sus geografías espirituales con técnicas hiperrealistas. En cuanto a sus paísajes, Grisselle Soto Vélez busca compartirnos los paisajes puertorriqueños llenos de color, llenos de luz y contrastes. Este género se muestra a través de sus manos desde muy temprano en su formación como artista en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de su natal Puerto Rico hasta 1991. Allí desarrolló su tesina en la que mediante el grabado plasmó singulares paisajes campesinos y costeros donde se podía apreciar la vida y la belleza de las formas del campo, así como del oleaje marino nocturno. Este tema le ganó Mención de Honor en la Bienal de Grabado de Latinoamerica y el Caribe en 1995. Soto, alternó este género con el retrato y otros medios del arte mientras continuaba estudios de Maestría en la prestigiosa academia Academia San Carlos en la UNAM. Luego de formar parte de la delegación de puertorriqueños en la primera Bienal del Grabado de Argentina (2001), realizó retratos escultóricos para Miss Universo así como proyectos educativos que impactaron la educación de su país.
Barceloneta
Recientemente, luego de culminar sus estudios doctorales y, tras el confinamiento causado por el COVID, Grisselle ha retomado el paisaje que tanto ama. Utilizando el acrílico como técnica, Soto, trabajando con transparencias y capas superpuestas nos deslumbra con el color. Su pincelada no se cierra a ningún estilo y se abre a todos, a veces impresionista con toques de abstracción, a veces expresionista, y otras, hiperrealista con toques impresionistas nos reinicia el alma. Nos conduce a un estado de paz y descanso que a su vez, nos inquieta. ¡Sí¡ Nos inquieta porque a su vez nos hacen desear, nos mueven a actuar, a querer estar, a disfrutar ese lugar. Si paisaje se origina de la palabra país, definitivamente, sus paisajes nos remontan a Puerto Rico como representación de su intangible y grandiosa naturaleza. Son brochazos de color y texturas guardan total relación con los estados espirituales de la tradición del paisaje oriental e incluso del impresionismo y romanticismo francés, tradición en los que se fusionan el paisaje con la emociones vividas como algo inefable e intangible que hoy sabemos que no solo es oriental o frances, sino universal.
Serie Arenas Rojas II
A diferencia de aquellos movimientos, Soto, no mira el paisaje con melancolía o un recuerdo, sino como una celebración de su riqueza tropical, no de un pasado, si no de un presente que se vive a diario de forma íntima. Intimidad que el espectador intenta resolver al presenciar sus obras y sucede que, cada vez que vuelves a ellas, es un nuevo encuentro, una nueva experiencia que solo confirma inteligible, la propia existencia. El tamaño no es un problema pues también lo usa a su favor, solemos imaginar el gran formato como el ideal para la pintura paisajista, sin embargo, es el formato relativamente pequeño de su obra lo hace de la inmensidad y la profundidad elementos en los que el espectador se aisle de todo cuanto rodea. El efecto alcanzado es el de una experiencia estética que te absorbe a la vez que te fascina en el redescubrimiento, en la recreación y finalmente, en la belleza de sentirte vivo. Su obra paisajística es una afirmación de nuestra propia humanidad.
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