Puerto Rico pierde dos iconos del arte puertorriqueño


Redacción - El fallecimiento de personalidades del mundo de la música, el cine, el deporte o las artes siempre sacuden la vida cultural de las sociedades. Recientemente Puerto Rico perdió dos íconos del panorama de las artes plásticas de las pasadas décadas. Nos referimos al historiador y crítico de arte el Dr. José Antonio Pérez Ruíz (1941-2023) y a la artista y profesora Noemí Ruiz (1931-2023).

La partida de ambos deja un gran vacío en el arte puertorriqueño, pero celebremos su vida, aporte e historia. Que descansen en Paz. 


Dr. José Antonio Pérez Ruíz nació en 1941 en Manatí, Puerto Rico. Luego de sus estudios graduados en la Universidad de Valladolid, España, y la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, obtuvo un Doctorado del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en 2011. Sus innumerables artículos de crítica de arte se han publicado en prestigiosas revistas y periódicos del Caribe y Suramérica.


Fue miembro de la Junta de Gobierno del Ateneo Puertorriqueño, Vicepresidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (con sede en París) y curador de la Delegación de Puerto Rico a la Bienal de Ljuljana (Yugoslavia) y Cuenca (Ecuador), entre otras distinciones.


Entre sus premios se destacan la Medalla de la Fundación Ricardo Alegría (2011), el Premio de la Asociación Argentina de Críticos de Arte (1996) y el Premio Nacional Bolívar Pagán de Periodismo del Instituto de Literatura Puertorriqueña (1982).


Noemí Ruiz fue pintora, artista gráfica y profesora. Obtuvo un bachillerato en artes de la Universidad Interamericana de San Germán en 1953 y una maestría en la New York University en 1956. Fue discípula de George McNeil y estudiante de litografía en el Taller de la Asociación de Estudiantes de la Universidad de California en Berkeley. Cursó estudios doctorales en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue profesora de arte en la Universidad Interamericana de Puerto Rico hasta su retiro. En 1979 la nombraron directora del Departamento de Artes y en el 2006 le otorgaron el título de Profesora Emérita. En 1984 fue socia fundadora del Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico. Como incansable promotora de la enseñanza del arte, de 1988 a 1989 fue miembro de la junta de directores de la Escuela de Artes Plásticas de San Juan y del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Junto a Olga Albizu es una de las artistas clave en el desarrollo del arte abstracto en Puerto Rico. En su obra inmortalizó la gama de colores y los ritmos que distinguen nuestra región tropical en composiciones de gran fuerza visual y expresiva que desarrolló a partir de ideas y sentimientos personales.


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