Km 0.2 se complace en anunciar su próxima muestra titulada (Des)afectos e Impermanencia de la artista Ada del Pilar Ortiz( Barranquitas, 1995) el sábado, 8 de octubre de 7:00 a 10:00pm en su espacio localizado en la Calle Cerra 619 en Santurce.
En esta muestra individual la artista reúne un cuerpo de trabajo que surge desde el interés de subvertir y re-materializar objetos encontrados que evidencian las manifestaciones del lenguaje ornamental de la arquitectura vernacular puertorriqueña. Estos objetos arquitectónicos nacen de expresiones intrínsecas en el espacio que pueden indicar territorialidad, identidad, estatus, y otras modificaciones del “yo” a través de decisiones estéticas con un interés en la memoria de lo arquitectónico.
Sobre la artista y su obra Marilú Purcell escribe:
Las ventanas de madera con celosías y las rejas de hierro con patrones intricados son elementos ubicuos de los cascos urbanos de nuestros pueblos, y ambos derivan de la arquitectura colonial española. En contraste, la integración de bloques ornamentales en los diseños y construcciones fue apropiado de la arquitectura moderna internacional, y su uso se convirtió en estandarte del modernismo tropical, dada su función de brise soleil para la luz y la brisa caribeña.
De materialidad resistente, las ventanas, rejas y bloques se utilizan arquitectónicamente para abatir el incesante sol, el salitre y para permitir que las brisas fluyan, a la vez que protegen los interiores por su “durabilidad”. Y es ante esta percepción de inmutabilidad que Ada del Pilar Ortiz nos coquetea con su transformación estructural de materiales percibidos como permanentes a piezas maleables y hasta frágiles. La permanencia física no existe en el mundo creativo de Ortiz, todo es posibilidad de detrito o reconstrucción.
Ortiz posee una habilidad excepcional para guiar y manipular esta metamorfosis matérica, donde el hierro de una reja de balcón desecha se convierte en un encaje sublime, liviano y hasta carnoso, y así su propósito original se permuta. Una pared de bloques ornamentales de cemento se transforma en un telón diáfano y ligero, mientras que celosías y rejas adquieren una transparencia imposible para la madera o el hierro. Con su habilidad y estética transformativa, la artista crea estas obras para recordarnos nuestra mortalidad y fragilidad temporal, y que cambia, todo cambia.
En esta muestra individual la artista reúne un cuerpo de trabajo que surge desde el interés de subvertir y re-materializar objetos encontrados que evidencian las manifestaciones del lenguaje ornamental de la arquitectura vernacular puertorriqueña. Estos objetos arquitectónicos nacen de expresiones intrínsecas en el espacio que pueden indicar territorialidad, identidad, estatus, y otras modificaciones del “yo” a través de decisiones estéticas con un interés en la memoria de lo arquitectónico.
Sobre la artista y su obra Marilú Purcell escribe:
Las ventanas de madera con celosías y las rejas de hierro con patrones intricados son elementos ubicuos de los cascos urbanos de nuestros pueblos, y ambos derivan de la arquitectura colonial española. En contraste, la integración de bloques ornamentales en los diseños y construcciones fue apropiado de la arquitectura moderna internacional, y su uso se convirtió en estandarte del modernismo tropical, dada su función de brise soleil para la luz y la brisa caribeña.
De materialidad resistente, las ventanas, rejas y bloques se utilizan arquitectónicamente para abatir el incesante sol, el salitre y para permitir que las brisas fluyan, a la vez que protegen los interiores por su “durabilidad”. Y es ante esta percepción de inmutabilidad que Ada del Pilar Ortiz nos coquetea con su transformación estructural de materiales percibidos como permanentes a piezas maleables y hasta frágiles. La permanencia física no existe en el mundo creativo de Ortiz, todo es posibilidad de detrito o reconstrucción.
Ortiz posee una habilidad excepcional para guiar y manipular esta metamorfosis matérica, donde el hierro de una reja de balcón desecha se convierte en un encaje sublime, liviano y hasta carnoso, y así su propósito original se permuta. Una pared de bloques ornamentales de cemento se transforma en un telón diáfano y ligero, mientras que celosías y rejas adquieren una transparencia imposible para la madera o el hierro. Con su habilidad y estética transformativa, la artista crea estas obras para recordarnos nuestra mortalidad y fragilidad temporal, y que cambia, todo cambia.
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