Don Pedro Albizu Campos en la escultura puertorriqueña



Por Edwin Velázquez Collazo - Editor

Por siglos los escultores a través de sus obras le han rendido homenaje a un sinnúmero de personajes ilustres o populares las cuales engalanan públicamente calles, plazas o jardines. Desde artistas, políticos, militares, religiosos o científicos han recibido reconocimiento a su figura y labor.

Ese es el caso de Don Pedro Albizu Campos, considerado la figura más relevante en la lucha por la independencia de Puerto Rico durante el siglo XX, quien ha sido inspiración para un sinnúmero de artistas plásticos puertorriqueños en la pintura, el grabado y la escultura a través de décadas.

Aquí les comparto algunas esculturas realizadas:


Artista: Desconocido
Escultura: Bronce
Localización: La Casita de Don Pedro, Chicago (IL)


Artista: Salvador Rivera Cardona
Escultura: Bronce
Localización: Salinas


Artista: Desconocido
Escultura: Bronce
Localización: Anfiteatro de la Escuela Superior Pedro Albizu Campos
Levittown, Toa Baja.


Artista: Salvador Rivera Cardona
Escultura: Bronce
Localización: Mayagüez


Artista: Rafael López del Campo. 

Escultura: Bronce

Localización: Ponce 



Artista: Claudio Solano Resto
Escultura: acero y concreto
Localización: Parque Pasivo Pedro Albizu Campos en Peñuelas



Don Pedro Albizu Campos

Nació en el barrio Tenerías de Ponce, el 12 de septiembre de 1891. Otros historiadores señalan como la fecha de su nacimiento el 29 de junio de 1893. El Dr. Pedro Albizu Campos, conocido por sus seguidores como “El Maestro”, es una de las figuras más prominentes en la política puertorriqueña durante el siglo XX. Realizó sus estudios primarios y secundarios en Juana Díaz y en Ponce.

En 1912, becado por la Logia Masónica Aurora, se trasladó a la Universidad de Vermont. Por su excelente trabajo, fue recomendado para estudiar en la Universidad de Harvard. Allí cursó estudios en diferentes áreas, y logró los títulos de Licenciado en Derecho Internacional, Doctor en Filosofía y Letras, Ingeniero Químico y Teniente en Ciencias Militares, además de dominar seis idiomas.

Mientras residía en Estados Unidos, presidió el Cosmopolitan Club, un capítulo de los Caballeros de Colón, y participó en diversas organizaciones promotoras de la independencia de Irlanda. También, ingresó en el Ejército de Estados Unidos de América, en el que alcanzó el grado de Teniente.

En Puerto Rico, se inició en la política dentro del Partido Unión de Puerto Rico. En 1924, se separó de dicho partido y pasó a formar parte del Partido Nacionalista de Puerto Rico, en el que se destacó como líder indiscutible, e imprimió una dinámica revolucionaria a la lucha por la independencia. En 1925, fue elegido vicepresidente de ese partido, e inició una peregrinación por diferentes países latinoamericanos en busca de apoyo y solidaridad a favor de la independencia de Puerto Rico. El 11 de mayo de 1930, Albizu fue elegido presidente de esa colectividad en una asamblea celebrada en el Ateneo Puertorriqueño. En esa ocasión, realizó su famoso juramento para sacrificar la vida y la hacienda en aras de la independencia para Puerto Rico.

De 1933 a 1937, ocurrieron varios actos de violencia en la Isla, los cuales marcaron dramáticamente la historia política del pueblo puertorriqueño. Ocurrió la toma del Capitolio, la Masacre de Río Piedras, el asesinato del Coronel Riggs, jefe de la Policía, los asesinatos de Hiram Rosado y Elías Beauchamp, los arrestos del alto liderato nacionalista, el juicio a Albizu Campos y la Masacre de Ponce, entre otros.

En 1936, Albizu es acusado por sedición. Luego de un controversial juicio, fue sentenciado a diez años de prisión en Atlanta, Georgia. El 15 de diciembre de 1947, regresó al País y prosiguió su lucha revolucionaria por la independencia de Puerto Rico. Durante este período, fue la contra parte de don Luis Muñoz Marín en el campo político. Su política revolucionaria culminó con la revuelta nacionalista del 30 de octubre de 1950 en Jayuya, conocida como el “Grito de Jayuya”. Albizu fue encarcelado y no fue indultado hasta el 30 de septiembre de 1953.

Luego, organizó un atentado al Congreso de Estados Unidos de América, en el cual participaron los nacionalistas Lolita Lebrón, Irving Flores, Rafael Cancel Miranda y Andrés Figueroa Cordero. Este atentado tuvo lugar el 1 de marzo de 1954, con el propósito de llamar la atención mundial sobre la situación colonial de Puerto Rico, que aún se encontraba bajo el Estado Libre Asociado. Nuevamente, Albizu fue arrestado el 6 de marzo de 1954 en San Juan, luego de un tiroteo entre algunos seguidores, la policía insular y agentes federales. Estuvo encarcelado hasta poco antes de morir, el 21 de abril de 1965 en San Juan, cuando recibió su último indulto.

Su entierro en el Cementerio Santa Magdalena de Pazzis en San Juan constituyó una de las manifestaciones de duelo más sentidas en la Isla.



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