#ELSEBAS - Prantalks Ep #9 (S:2 E:1)
PRIMERO LO PRIMERO: CONTEXTO HISTÓRICO -Dani
Bajo el mando de Diocleciano, el estado se convierte en una monarquía absoluta. Ocurre entonces una división del imperio en cuatro territorios liderados por dos césares: Galerio y Constancio; y dos augustos: Diocleciano y Maximiano. Entre el año 303 y 304, se ponen en marcha cuatro edictos que dan paso a lo que hoy se conoce como la Persecución Diocleciana o la Gran Persecución. Esta fue de los últimos intentos de erradicar el cristianismo en el imperio. El primero edicto ordena la destrucción de los lugares de culto al igual que las Sagradas Escrituras, a su vez quitándole derechos civiles a los cristianos. El segundo ordena encarcelar a todo el clero, quitándole a los cristianos sus líderes religiosos. Con el tercer edicto vino una opción de libertad para el clero siempre y cuando estos hicieran sacrificios a los dioses romanos, de lo contrario eran condenados a muerte. Y, por último, el cuarto edicto exige que todos los cristianos hagan sacrificio a los dioses romanos. [2]
Durante este tiempo, Sebastián continuaba con sus creencias cristianas, y en su tiempo libre le gustaba visitar a los cristianos encarcelados y convertir uno que otro militar. Con el paso del tiempo ocurre lo inevitable y lo descubren. Diocleciano, algunes dicen que fue su corregente Maximiano, al enterarse de esta gran traición, lo condena a morir y es ahí donde ocurre el primer martirio del santo. Sus compañeros militares lo atan a un árbol, desatan una lluvia de saetas, o flechas, y lo dan por muerto. Afortunadamente para Seba, sus aliados cristianos lo encontraron con vida y lo llevaron a donde Irene. Santa Irene [3] , como se le conoce hoy día, era viuda del mártir San Cástulo que como Sebastián fue condenado a muerte por Diocleciano al enterarse que era cristiano. Irene y su criada Lucina curan las heridas de Seba y le piden que se vaya de Roma, pero este decide quedarse y enfrentar al emperador. Este último encuentro entre mártir y regente concluye en una segunda captura y orden de ejecución, esta vez por vías de azotes. Luego de asegurarse que estuviese muerto, los soldados arrojaron el cadáver en la Cloaca Máxima. Sebastián se le aparece en sueño a Lucina y le dice dónde encontrar su cuerpo, y así fueron sus amigos a buscarlo y a enterrarlo en la catacumba de la Vía Apia.
La persecución a los cristianos siguió presente en el imperio hasta que en el año 313 Constantino, hijo de Constancio, reconoce el cristianismo como religión oficial. La iglesia reconoce a San Sebastián como gran defensor de la fe cristiana y mártir. En la edad media, por su primer martirio, se le considera protector de la peste, que a su vez es asociada con una lluvia de flechas. También es considerado santo patrono de los soldados, arqueros y atleta conmemorándolo el 20 de enero.
Adelantamos ahora la historia al 1954 en Puerto Rico y el padre Juan Manuel Madrazo a quien se le ocurre la idea de crear un festival para recaudar fondos para la mejora de la Iglesia San José y la calle San Sebastián. Y es así cuando se celebra por primera vez lo que hoy conocemos como las Fiestas de la Calle San Sebastián. Éstas se dejan de celebrar luego de que trasladan al padre Madrazo fuera de San Juan. En el 1970, Ricardo Alegría le pide a la doña Rafaela Balladares de Brito que reiniciara las fiestas con el fin de conmemorar el sacrificio del santo y la fe. En esta ocasión se busca recaudar fondos para el Colegio de Párvulos de San Juan. Se celebra una procesión que culmina en una misa de San Sebastián. Con el paso del tiempo se fueron añadiendo a las festividades la comparsa de los cabezudos, la música y las artesanías que hasta hoy son imprescindibles. [4]
A pocos días de celebrar las tradicionales fiestas, no puedo dejar de pensar en que diría el Sebas sobre esta lluvia de saetas [5] que lleva cayendo desde el 2020. ¿Sabrá él cuando escampa?
ENTONCES: ¿CÓMO SE VE EL SEBAS? -Aisha
Historia e Iconografía
Según menciona Helena Carvajal González en su texto San Sebastián, Mártir y Protector de la peste [6] la historia de la iconografía de este santo, aunque, tiene sus cimientos en representaciones tradicionalmente aceptables, luego del Siglo XIII lo veremos cómo se conoce hoy. Aunque hay diferencia en las versiones, hay unos que dicen que fueron 3 flechazos correspondientes a los clavos de Cristo, 5 flechazos correspondientes a las llagas del cuerpo de Jesús. Aquí el porqué de las variaciones de la representación. Por su primer martirio, a partir del S. VII San Sebastián se le conoce como uno de los principales protectores contra la peste, enfermedad que tradicionalmente se relacionaba con una lluvia de flechas.
Existe la creencia de que la peste —simbolizada por las flechas— era un castigo enviado por la cólera divina contra las faltas cometidas por los hombres a lo largo de su vida. Así, por ejemplo, en la Ilíada, a comienzos del Canto I, el dios Febo Apolo lanza sus flechas durante nueve días consecutivos contra el ejército aqueo. Peste y guerra hieren a todo ser viviente. Asu vez, el Antiguo Testamento posee también varios pasajes en los que el Dios de los judíos envía sus flechas a los hombres para castigar sus pecados.[7] Además, que se le consideraba patrón de los oficios relacionados con el hierro y las flechas. Arqueros, ballesteros, tapiceros o vendedores de este metal.
Aunque las obras en las que se representa el santo, nunca se desvían tantísimo de su hagiografía [8] a través del tiempo, sus lecturas han sido innumerables. Las primeras representaciones del Sebas se dan durante el siglo V y XV. Durante este tiempo se visibiliza como un hombre de edad, barbudo, con pelos blancos y túnica. En posición frontal, una corona triunfal (que corresponde a un reconocimiento desde la jerarquía divina por su martirio), imponente, sólo identificable por su nombre. Los atributos no necesariamente tenían que ser representados, sino que el nombre será el identificador. En el siglo XV San Sebastián era parte de los santos que dependen de devoción particular. Este tipo de representaciones se encuentran en vitrales localizadas en capillas o catedrales, códices iluminados y trípticos de retablos de devoción privada.
El Sebas fue para los artistas de finales de la Edad Media el mártir por excelencia. Este cristiano ejemplar, acusado por defender su fe y alentar a otros a permanecer en ella, fue pronto condenado a morir asaeteado. Como «alter Christus», tras comparecer ante el emperador Diocleciano, fue despojado de sus vestiduras y atado luego a un árbol, su cuerpo fue acribillado a flechazos por los soldados de la guardia.
Técnicamente, la segunda oleada de la imagen de San Sebastián comienza en el siglo XIII pero no es hasta el XV que llega a todo su esplendor. Ahora el Sebas luce rejuvenecido. En occidente los artistas se deleitan en presentar el cuerpo bello y desnudo atravesado con flechas. Esto no quita el hecho de que se pueden ver representaciones del Sebas que correspondan a la segunda oleada con los soportes que fueron preferidos durante la primera oleada. Como lo hace Giovanni del Biondo con el Trittico di San Sebastiano localizado en Museo dell'Opera del Duomo en la Catedral de Florencia.
Unknown French (illuminator). Book of Hours (Horae Beatae Mariae Virginis, cum Calendario), Folio 178v: Suffrages of the Saints: Saint Denis, overall, left: Saint Denis; right: folio 179r, Suffrages of the Saints: Saint Sebastian (depicted pierced with arrows, the archers visible with drawn bows).. c.1470 (creation date). Artstor, biblioteca.uprrp.edu:2937/asset/SS35441_35441_18047750
Del Biondo fue un pintor italiano del siglo XIV, adscrito al estilo gótico. Aunque nació en otra provincia, se le documenta activo en Florencia entre 1356-1399. Comenzó a ser un pintor independiente hacia 1360, desarrollando su propio estilo. Se dice que con su llegada a Florencia puede apreciarse la introducción de las formas del gótico internacional. [9]
Esta representación recoge escenas del martirio del santo. En el panel central se encuentra la imagen del Sebas según nos cuenta Santiago de la Vorágine, donde su cuerpo parecía un erizo. Muchas veces la exageración de los tormentos de estos santos eran instrumentos narrativos. Además, el ángel, se convierte en el vínculo entre el cielo y la tierra, Dios y su pueblo. Por consiguiente, las formas de intervención divina han sido agotadas para demostrar que el mártir es privilegiado de los favores divinos.
1 |
2 |
- Marcello Venusti, réplica del Juicio Final (1549), Museo di Capodimonte, Nápoles.
- Michelangelo Buonarroti. Last Judgment. 1534-41. Artstor, biblioteca.uprrp.edu:2937/asset/SCALA_ARCHIVES_1039613812
En 1535, Miguel Ángel se establece en Roma, donde es nombrado “Pintor, escultor y arquitecto de los Palacios Vaticanos” por el Papa Pablo III. Sin embargo, no es hasta 1537 cuando se le encarga culminar el trabajo que había realizado varios años anteriores en las bóvedas de la Capilla Sixtina y, en el lado frontal, se decide por representar el Juicio Final. Aunque inicialmente este tema tiene que ver directamente con las Sagradas Escrituras, no se alejaba de la realidad que vivían los cristianos católicos en Occidente en ese momento tras la Reforma Protestante y el saqueo de Roma.
Una vez terminado, en 1541, el fresco causó revuelo. En su momento se consideró vergonzoso ya que no podían existir tantas figuras desnudas en el lugar sagrado. Aunque los Papas Pablo III y Julio III no tenían problemas que las figuras se representaran desnudas ya que, al fin y al cabo, nadie resucita vestido. Sin embargo, tras la muerte de Julio III se comenzó con el proceso de “corrección” del fresco colocando paños de pureza a todos sus personajes. Por lo tanto, en 1565, el papa Pío V le encargó a Daniele da Volterra, discípulo de Miguel Ángel, a quien, por este trabajo se colocó el sobrenombre de “Braghettone”[10], dos años después de comenzar el trabajo muere, dejando sin concluir la obra. Gracias a las copias del Juicio Final que se hicieron con anterioridad a la intervención de Volterra, podemos saber el aspecto que tenían las figuras antes de ser censuradas por la Santa Inquisición.
- Marcello Venusti, réplica del Juicio Final (1549), Museo di Capodimonte, Nápoles.
- Michelangelo Buonarroti. Last Judgment. 1534-41. Artstor, biblioteca.uprrp.edu:2937/asset/SCALA_ARCHIVES_1039613812
Esquire Covers 1962-1972
La revista Esquire, dirigida a hombres sobre política, moda y manlystuff [11], mientras estuvo dirigida por Harold Hayes (1961-1973) tuvo un gran auge como una de las revistas que se acogió al New Journalism (Nuevo Periodismo) [12]. Durante el 1962 al 1972 Carl Fischer y George Lois producen los Covers de Esquires que fueron lo suficiente dignos para estar en un museo. Se podrán imaginar. Fischer era usualmente el ojo detrás del lente y el dedo en el shutter, sin embargo, Lois, como director conceptual, se atribuye el diseño de alrededor de 92 portadas creadas en esa década.
El caso especial de Muhammad Ali. El 28 de abril de 1967 Ali, ejerce su derecho a renunciar al servicio militar por razones religiosas. Esta “movida”, incluso, fue más controversial que su conversión al islam en el 1964.La guerra de Vietnam se encontraba en todo su apogeo, el servicio era altamente probable, por no decir obligatorio… Donde las luchas raciales todavía eran un asunto recurrente en el diario. Un hombre americano, negro, musulmán, profesional, acababa de negar su “duty” de servirle a su nación. Que lo ha hecho de manera tan elocuente que ha rebasado sus esferas sociales teniendo influencia en los deportes, en los medios y los political establishments. En cierto modo se convierte en un disidente y en una figura “problemática”.
Al negarse a participar de la Guerra de Vietnam, lo acusan de draft evasion, quitan el heavyweight title (es el único boxeador en la historia en poseer tres), lo suspenden del boxeo (sacrificando tres de sus mejores años y su carrera profesional al no poder ejercer el deporte), lo sentencian a cinco años de cárcel y una multa de $10 mil dólares. Poco después es contactado por Lois y Fischer para hacer la portada interpretando a el Sebas. ¿Por qué no?
- Francesco Botticini, Saint Sebastian, ca. 1460.
- Carl Fischer, Muhammad Ali as Saint Sebastian, 1967.
EL SEBAS QUEER -Mimí
Cuando me estaba preparando para esta discusión, lo primero que hice fue googolear “qué es queer”. Después de leer varias definiciones “oficiales” y textos académicos, me encontré con un link de la revista Cosmopolitan (anuncio no pagado) que se titula “¿Qué significa realmente ser queer?”. Y sabes qué, me parece apropiado partir desde ahí porque, generalmente, alguien que quiere saber qué es lo queer no se pone buscar textos académicos con teorías indescifrables. Probablemente vayan a Wikipedia y si, a la primera revista que lo explique en arroz con habichuelas.
De hecho, me parece que Sophie Saint Thomas y Carina Hsieh, que fueron quienes escribieron el artículo, lograron explicar de una manera bastante simple y sintetizada lo complejo que verdaderamente es, no sólo el término sino to live and to stand by it. Así que explican que la palabra queer es intencionalmente vaga y con tal vaguedad también vienen diferentes interpretaciones. Por eso, lo queer tiene que ver con más de un tipo de identidad. Por ejemplo, ser queer puede ser una identidad sexual as in bisexual, lesbiana, gay, pansexual , etc. También puede ser la identidad de género como transgénero, cisgénero, no binario, femme, de género flexible , etc. y/o Identidades relacionales como monógama, poliamorosa, oscilante, abierta , etc . Entonces se puede concluir que queer es un término general que puede ser utilizado por cualquier persona que se encuentre dentro del espectro LGBTTIQA+, lo que entonces nos lleva a otra interpretación del término, que sería lo queer como una comunidad segura para quienes tienen una identidad -la que sea- diferente a la normativa.
Me gusta también que en este artículo discuten sobre cómo el término queer evolucionó de un insulto gay a una palabra abarcadora, e incluso acogedora, utilizada por personas de todo el espectro LGBTTIQA+ a modo de apropiación y reclamo. Por lo mismo, me parece importante discutir la evolución occidental del discurso sobre la homosexualidad y cómo históricamente las diferentes esferas sociales se han pasado la bola a ver quien logra entender o más bien reprender esta otredad. Estoy hablando propiamente del discurso religioso que tilda la sodomia de pecado, el discurso científico que apunta -o apuntaba- la homosexualidad como una enfermedad o un desorden mental y, finalmente, el discurso judicial, que en algunas instancias contempla como crimen los actos homosexuales y, en otras, aunque el acto en sí no implica penalidad, limita los derechos de les ciudadanes de, por ejemplo, contraer matrimonio, adoptar, heredar y demás. Decir esto último me recuerda que en el ensayo Gender que Laurie Penny incluyó en su libro The Bitch Doctrine (2017), se discute una cuarta identidad: la identidad política. En este ensayo Penny habla sobre su jornada como persona queer y dice:
“Todavía me identifico, políticamente, como mujer. Mi identidad es más compleja que la meramente femenina o masculina, pero mientras la libertad reproductiva de las mujeres esté siendo atacada, el sexo también es una categoría política y, políticamente, todavía estoy en el equipo de las chicas. (…) Soy mujer, políticamente, porque así me ve la gente y así me trata el Estado.”
Entonces teniendo un trasfondo de lo que más o menos implica ser queer, toca entonces cuestionarnos ¿cómo se ve o cómo se desarrolla, se práctica y se manifiesta lo queer dentro de la iglesia católica?
Volviendo a lo mainstream, estas navidades cuando Netflix nos bombardeó con películas fresita, yo las vi todas, porque mi identidad es la procrastinación. No, ya, en serio. Una de las películas que vi fue A New York Christmas Wedding (2020) escrita y dirigida por Otoja Abbit. SPOILER ALERT! En resumen, es una comedia romántica, en la que la protagonista es una mujer negra latina que recibe la visita de un ángel antes de su boda con un hombre negro milllonario -que va a ser en Nochebuena, obivo- para mostrarle cómo podría haber sido su vida si hubiera seguido sus verdaderos sentimientos por su amiga de la infancia, que por cierto era hija de inmigrantes italianos. Normal.
Entonces, en esta realidad angelical alterna la amiga de la infancia de la protagonista resulta ser su fiancé y le pide al sacerdote de la Iglesia Católica a la que van desde chiquitas que las case, porque "la Corte Suprema dictaminó" y el Papa Francisco es más amable con los homosexuales que sus predecesores. El sacerdote rechaza a la pareja, pero al día siguiente, en la misa de Noche Buena, da un sermón sobre cómo los católicos deben dejar de ser homofóbicos para prevenir más suicidios católicos homosexuales. Literalmente dice “love is love”. Luego dice en voz alta los nombres de todas las personas queer de la congregación y les lleva al altar para que todes puedan comulgar juntes y luego procede a realizar una ceremonia de boda sorpresa para las protagonistas. Así más o menos va la cosa.
La película NO es genial -o sea, yo lloré, pero cinematográficamente no es una joya-. Es súper clichosa, los diálogos se sienten forzados, la trama se enrreda demasiado para mi gusto y además presenta el viaje en el tiempo como la única forma en que un adulto puede ser su verdadero yo queer PERO es una película que genera a very much needed conversation sobre lo queer dentro de la Iglesia Católica.
Contrario a como se muestra en la película, la Iglesia Católica no prohíbe la comunión a los homosexuales. Pero requiere que las personas confiesen sus pecados antes de la comunión -lo que a su vez requiere un propósito de enmienda- y considera que el sexo homosexual es un pecado, por lo que la Iglesia NO oficia bodas entre personas del mismo sexo. Ahora bien, sí es cierto que el Tribunal Supremo de E.E.U.U determinó el 26 de junio de 2015 que es inconstitucional prohibir el matrimonio gay, y sí es cierto que el Papa Francisco ha hecho unas expresiones receptivas hacia la comunidad LGBTTIQA+. De hecho, tan reciente como en octubre del 2020, se dio a conocer Francesco [13] un documental donde el papa Francisco dijo: “Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia”.
De hecho, en el 2017, un sacerdote jesuita estadounidense, James Martin publicó un libro que se llama Building a Bridge: How the Catholic Church and the LGBT Community Can Enter into a Relationship of Respect, Compassion, and Sensitivity. Viniendo de una familia profundamente católica, a mí eso parece una cosa bien loca porque incluso aunque tengo familiares que profesan la fe católica y son homosexuales, eso nunca se habla. Pero esta no es la primera vez que intelectuales católicos manifiestan sus posturas ante la homosexualidad y lo propiamente queer frente a su fe. En el 2007, Lowell Gallagher (Editor), Frederick S. Roden (Editor) y Patricia Juliana Smith (Editor) colaboraron para publicar Catholic Figures, Queer Narratives, donde cuestionan qué hay de queer en el catolicismo y qué hay de moderno en la homosexualidad a través de la literatura.
Les miembres creyentes de la comunidad LGBTTIQA+ se niegan a que sus únicas dos opciones sean: vivir el evangelio sin vivir su sexualidad o vivir su sexualidad y pasar la eternidad en el infierno. Tanto así que en el 2011 el comité organizador de la II Feria Internacional de los Negocios y del Turismo Gay, ExpoGays, que se celebró en octubre de ese mismo año, le solicitó a su Santidad Benedicto XVI que reconociera al mártir San Sebastián como "Patrón de la comunidad LGBT". [14] Y aquí es cuando, por fin, llegamos al asunto que nos compete: San Sebastián como ícono queer.
Resulta relevante tener esta discusión en una isla, donde no solo hay un municipio que lleva el nombre del santo, sino que se le dedica una de las festividades más importantes del año. Es importante destacar, además, que llevamos casi un año sobreviviendo una pandemia y El Sebas es el santo protector con las epidemias.
Ahora bien, la evolución de las formas de representación de San Sebastián en sí misma, es un sinónimo de la otredad y es la otredad lo que caracteriza ser queer. Vale la pena mencionar que la mayoría de los artistas que le rinden, o rindieron culto en su momento, fueron acusados de sodomitas y/o era de conocimiento popular que tenían relaciones homoeróticas con sus mentores, mecenas y/o pupilos. De igual forma, en el Acta de los Santos, publicada por la Iglesia Católica, se menciona que el Sebas “mantenía una relación sentimental estrecha con sus superiores”. Por lo tanto, la lectura de un San Sebastián queer a lo mejor no es tan póstuma, ni mucho menos distante, de quién fue en vida el ahora reconocido santo.
Como ver es creer, me di a la tarea de recopilar representaciones contemporáneas sobre San Sebastián y aunque me gustaron muchísimas, estas en específico bailan entre la historiografía y el chisme -un día cualquiera en la academia-. Salvador Dalí ha sido uno de los artistas más brillantes y controversiales la historia del arte moderno, tanto así, que no debe resultar extraño encontrarnos con que el pintor fue uno de los tantos artistas que se identificó con San Sebastián. Es de conocimiento popular, además, su amistad homoerótica con el poeta Federico García Lorca. De hecho, cuando Dalí se encontraba desarrollando un texto y unos bocetos sobre San Sebastián, le envía una carta a Lorca donde concluye diciendo:
“En mi San Sebastián te recuerdo mucho y a veces me parece que eres tú... ¡A ver si resultara que San Sebastián eres tú!... Pero ahora déjame que use su nombre para firmar. Un gran abrazo de tu San Sebastián.” [15]
Lorca, igual recurre a interpretar su propio San Sebastián y no solo crea una imagen, sino que le responde la carta a Dalí diciendo:
"Tu San Sebastián de mármol se opone al mío de carne que muere en todos los momentos. Si mi San Sebastián fuera demasiado plástico yo no sería un poeta lírico sino un escultor." [16]
San Sebstián, 1927- Salvador Dalí [16] |
Los bocetos, parecen tener una conversación en sí mismos. En su dibujo, Dalí juega con la iconografía del santo y sustituye el tronco al que debe estar atado por una columna, mientras que el San Sebastián de Lorca está sobre la columna, pero en ambos esta figura masculina sigue siendo inconfundiblemente penetrada por objetos fálicos.
Así mismo, en el 1972, Suzi Ferrer construye una pieza sobre San Sebastián para su Nudelman Altarpiece. Estéticamente, es un trabajo bastante parecido a los bocetos intercambiados entre Dalí y Lorca, con la diferencia de que las “saetas” o flechas que penetran a San Sebastián son penes explícitamente, y me parece necesario traer esta representación en específico porque el espacio para la feminidad históricamente es y ha sido limitado en más de una esfera social. Incluso en el catolicismo oficial y ortodoxo, aun cuando la iglesia misma se identifica como madre y existe el culto mariano; asimismo en la religiosidad popular de Puerto Rico existe la figura de la rezadora, que en ocasiones hasta sustituía al párroco a la hora de dar cristiana o la unción de los enfermos, la mujer sigue siendo excluida, tanto que el máximo escalón es ser monja y/o santa pero después que te mueras y solo si sufriste lo suficiente. Así las cosas, la pieza de Suzi Ferrer nos presenta la perspectiva de la mujer artista sobre el ícono queer.
https://www.suziferrer.info/about |
Por lo mismo, San Sebastián como ícono queer no es un tema solo religioso, sino político -como todo-. Es bastante familiar esa relación político-religiosa, lo sabremos bien quienes vivimos en la colonia y día a día reafirmamos que la separación de Iglesia y Estado no va más allá de lo que está escrito en un papel. De hecho, a la hora de tomar posesión de algún puesto político en Puerto Rico, la juramentación no es sobre la constitución, sino sobre una biblia.
Las elecciones del 2020 en Puerto Rico fueron históricas por más de una razón, por ejemplo, 25 personas que se identifican como lgbttiqa+ figuraron como aspirantes en las elecciones y cuatro resultaron funcionares electes: Ana Irma Rivera Lassén (senado por acumulación), Jorge Emmanuel (Representante), Miguel Ricky Méndez (Alcalde) y Edgardo Cruz (Alcalde). Ciertamente, luego de sobrevivir una vida con “Tata” Charbonier como defensora de una moral que evidentemente ella no práctica, el hecho de que estas figuras por fin puedan insertarse en espacios políticos representa un gran avance, pero no es suficiente.
A fin de cuentas, es necesario cuestionar cuan vigente está la religiosidad dentro las prácticas culturales tradicionales en Puerto Rico, que van más de las Fiestas de la Calle San Sebastián. Religiosidad de las fiestas-sincretismo lgbt-indigena-afrocaribeño. Richard A. Kaye colabora en el libro Outlook: Lesbian and Gay Sexualities and Visual Cultures (1996), nombrando su capítulo: Loosing his religion – Saint Sebastian as contemporary gay martyr. En esta amplia discusión, Kaye expone que:
“el destino de Sebastián en la representación moderna y contemporánea es, ante todo, la historia de la pícara apropiación de simbolismo e imaginería renacentista de hombres identificados con la homosexualidad.”
Partiendo de allí, no sería la primera vez que las minorías culturales oprimidas por la Iglesia Católica, se apropien de sus símbolos y lenguaje para comunicar una realidad alterna. Por ejemplo, el sincretismo indígena bajo las misiones jesuitas guaraníes y el sincretismo afrocaribeño. Concluyo con una pregunta abierta: ¿es posible entonces hablar de un sincretismo LGBT+?
El Señor tiene su espada afilada, su arco tenso y la flecha apuntando.
Tiene en su mano, siempre preparadas, armas mortíferas y flechas encendidas.”
Comentarios
Publicar un comentario