Por Dra María de Lourdes Javier
Historiadora del Arte
Los bodegones son composiciones de naturaleza muerta que usualmente muestran alimentos y utensilios asociados con la cocina. Es un recurso que le permite al artista experimentar y refinar su técnica y es un ejercicio fundamental en el estudio académico del arte. Aunque la naturaleza muerta se practica desde la antigüedad, no es hasta el Barroco europeo que comienza a perfilarse como un género artístico. Ejemplo de ello sería algunas obras de Francisco de Zurbarán, cuyos sorprendentes claroscuros le confieren protagonismo no solo a frutos o comestibles sino también a los cacharros, objetos que no provienen de la naturaleza sino creados por el ser humano con una finalidad inherentemente práctica. Como género artístico, los bodegones se aprecian por el valor estético de las formas conjugadas con la precisión técnica. Los bodegones, además, nos ofrecen información del momento y lugar en el que fueron creados al mostrar los alimentos, condimentos, utensilios y distintos objetos del diario vivir. Son remanentes quietos y silenciosos del mundo doméstico del que activamente participaban.
miras aquella esquina:
una cuchara hermosa te sorprende.
otro objeto cualquiera
desprendido de su espacio en el aire
se instala en tu existencia recordándote
que un compañero humano lo hizo.
- Ángela María Dávila
Animal fiero y tierno, 1977, p.61.
Los bodegones son composiciones de naturaleza muerta que usualmente muestran alimentos y utensilios asociados con la cocina. Es un recurso que le permite al artista experimentar y refinar su técnica y es un ejercicio fundamental en el estudio académico del arte. Aunque la naturaleza muerta se practica desde la antigüedad, no es hasta el Barroco europeo que comienza a perfilarse como un género artístico. Ejemplo de ello sería algunas obras de Francisco de Zurbarán, cuyos sorprendentes claroscuros le confieren protagonismo no solo a frutos o comestibles sino también a los cacharros, objetos que no provienen de la naturaleza sino creados por el ser humano con una finalidad inherentemente práctica. Como género artístico, los bodegones se aprecian por el valor estético de las formas conjugadas con la precisión técnica. Los bodegones, además, nos ofrecen información del momento y lugar en el que fueron creados al mostrar los alimentos, condimentos, utensilios y distintos objetos del diario vivir. Son remanentes quietos y silenciosos del mundo doméstico del que activamente participaban.
Six Pack, Grabado en relieve, 11” x 28”, 2019
Los bodegones de Francisco Oller, referente ineludible en la historia del arte puertorriqueño, se destacan no solo por la maestría de los trazos pictóricos sino porque en sus composiciones se integran alimentos típicos de nuestro clima tropical, exóticos para la Europa decimonónica que él transitaba, pero que eran y son parte de la alimentación típica puertorriqueña. Oller introduce en un género pictórico europeo plátanos, aguacates, guayabas, cocos, guineos niños, entre otros. Estas pinturas también nos permiten ver ollas, cucharas, machetes, distintas herramientas del uso diario del Puerto Rico de finales de siglo XIX y principios del siglo XX.
Vista de la exposición / Foto suministrada
En esta exhibición, la artista Migdalia Umpierre, dialoga con la tradición de los bodegones desde el Puerto Rico del presente. Algunos de los alimentos que Oller pintó, Umpierre los incorpora en sus linóleos junto a comestibles enlatados o embotellados. Los aguacates aparecen junto a una botella de refresco, los guineos los coloca junto a un cartón de jugo de china y huevos empaquetados. En otras piezas vemos una caja de pizza dispuesta sobre la mesa con dos latas de refresco o frutas junto a un contendedor de styrofoam lleno de comida. La serie de Coffee Break, esos intermedios rutinarios en las horas laborales, muestran composiciones de grecas con tazas, hermosamente impresas sobre tapetes creados por la misma artista. Cada una de estas imágenes son inmediatamente reconocibles porque forman parte del diario vivir del puertorriqueño promedio, los productos que compramos en los supermercados o que consumimos en restaurantes de comida rápida que son parte de los rituales cotidianos. Uno de los bodegones de Umpierre incluye una lata de sopa que nos remite a la famosa serie de Campbell’s de Warhol, artista del movimiento Pop estadounidense de la década de 1960. La famosa fábrica de Warhol, además de ser escenario de la contracultura decadente de Nueva York, fue también una auténtica fábrica de producción donde junto a sus ayudantes reproducía sus imágenes gráficas. Aunque la propuesta artística de Migdalia Umpierre no se asemeja a la celebración de la cultura de consumo en masa que caracteriza parte de la obra de Warhol, sí comparte el acercamiento gráfico a estos productos que permite que el arte también participe de la multiplicidad y reproducción. En lugar de la serigrafía, Umpierre utiliza principalmente planchas de linóleo. El interés por recrear estos comestibles producidos en masa tiene que ver también con la apreciación de estos objetos en términos de diseño. La artista regocija de la combinación de elementos estéticos y funcionales. La forma que se resuelve la composición de un logo, con letras, sobre unas latas redondas o la manipulación del cartón o styrofoam para acomodar huevos. Estos objetos producidos en masa que consumimos rutinariamente son también diseños efectivos que quizás damos por sentado. El pensador alemán Georg Simmel dedica un ensayo entero al asa como ejemplo de reconciliación entre estética y función, así como de teoría y praxis, cosa que rara vez consideramos a la hora de tomar una taza de café.
Vista de la exposición / Foto suministrada
En esta exhibición Migdalia Umpierre recrea tazas de café, latas de comida, las botellas de refrescos que son parte de nuestra cotidianidad. Aquel pan nuestro que pintó Ramón Frade en su pintura icónica ineludiblemente se ha transformado. Los productos que vemos en estas piezas son los que los puertorriqueños trabajadores consumen con frecuencia por las nuevas realidades económicas y sociales. Estos bodegones cotidianos nos permiten además apreciar estos objetos, que son cómplices de nuestro mundo interior, por su belleza. Migdalia Umpierre, de forma similar a los versos de Ángela María Dávila que encabezan este texto, observa y logra sorprenderse ante estas formas que son resultados de procesos de diseño y que se integran en nuestros espacios domésticos.
La exposición de COTIDIANO bodegones gráficos se presenta hasta el próximo 17 de abril de 2019 en el Centro de Acceso a la Información de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Bayamón localizado en la Calle Dr.John Will Harris # 500 en Bayamón. Horario: Lunes a Jueves – 7:00 am – 9:00 pm; Viernes – 7:00 am – 5:00 pm; Sábados – 7:00 am – 4:00 pm; Domingos y días feriados – Cerrado. Para mas información: (787) 279-1912
Vea catálogo online en: https://issuu.com/migdalia6/docs/catalogo_cotidiano
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