La exposición de Ivelisse Jiménez, el reencuentro con una obra amiga


Vista de la exposición de Ivelisse Jiménez – Foto PRAN


Por Edwin Velázquez Collazo

Luego de haber cumplido  con mi deber como ciudadano  de participar el pasado  sábado 2 de junio  en la Plaza de la Democracia frente al Capitolio donde se estaba llevando a cabo la instalación  colectiva de zapatos organizada por el Proyecto 4645 en recordación a los muertes ocurridas por el paso de huracán María en Puerto Rico me dirijo hacia la Galería de Arte de la Universidad del Sagrado Corazón  en Santurce para reencontrarme con una obra que disfruto mucho cada vez que tengo el honor y tiempo para apreciarla, me refiero a la producción artística de Ivelisse  Jiménez.

A esta joven artista y su obra la conozco desde la década de los 90 cuando visualizo en nuestro panorama plástico local una nueva generación de artistas jóvenes puertorriqueños que retomaba la abstracción como medio de expresión plástica. Comprometidos con este neo-espíritu abstracto y su búsqueda de nuevas relaciones e interpretaciones. Algunos de estos precursores eran Fernando Colón, José Antonio Vargas, José Jorge Román, Daniel Cotté, Ada Bobonis, Carmen Olmo, Nayda Collazo, Edwin Velázquez, Brenda Cruz, Frances Pico, Santiago Flores Charneco, José López, Marisol Gómez, Ángel Guzmán, Nina Luis, Jorge Pardo, Ivelisse Jiménez, Carlos Guzmán, Erick Tabales, Ricardo Avalo, Ramón Berríos, Frances Picó y Linda Pintor.

Vista de la exposición de Ivelisse Jiménez – Foto PRAN

La intensidad de esta generación logra darle un nuevo giro al arte de nuestra isla mediante un resurgir en escultura y la pintura abstracta, el cual no habíamos visto desde la década del 70, a través del uso variado de los materiales, técnicas y estilos como el collage, la materia, plásticos, instalaciones y fotografía.

Es dentro de este contexto que observó una gran participación de mujeres artistas puertorriqueñas que usan la abstracción como lenguaje plástico, siendo Ivelisse Jiménez una de las más destacadas en ese momento por su frescura y originalidad en los materiales utilizados.

Vista de la exposición de Ivelisse Jiménez – Foto PRAN

Desde entonces esta joven artista ha venido cimentándose en el panorama del arte local e internacional con una excelente propuesta de ensamblajes e instalaciones de coloridos poliestirenos (plásticos) o medios mixtos que incluyen muchas veces papel, madera y canvas en pintura acrílica y enamel.

El reencuentro con esta obra amiga en el espacio de la Galería de Arte USC ha sido como siempre lleno de sorpresas ante una producción artística de posibilidades infinitas e íntima por sus formatos, aunque hay una enorme instalación, que nos lleva como espectadores a esos mundos placenteros de intercepciones de colores, materiales y formas.  La exposición está agradablemente montada lo cual facilita el disfrute del espectador hacia cada obra para adentrarse en ella e iniciar ese diálogo continuo.

Vista de la exposición de Ivelisse Jiménez – Foto PRAN

La artista nunca deja de sorprenderme con su obra, incita esa curiosidad de niño que habita en mi interior, refresca el pensamiento y a su vez me cuestiona como individuo. El colorido de las obras me atrapa visualmente levantando el subconsciente caribeño que habita dentro de mí.

Sin lugar a duda fue un sábado de bellas experiencias espirituales, en la mañana la instalación de zapatos del Proyecto 4645 fue un espacio de recogimiento espiritual entre el hombre y la muerte, en la tarde entre el hombre y el arte. Visiten la exposición “Intervalos, confines y territorios” de Ivelisse Jiménez que continúa hasta el 28 de junio, como siempre les digo vayan  sin prisa, sin miedo y con el deseo de vivir una rica experiencia artística.


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