Puerto Rico presente en el Sidewalk of the Américas del Inter-American Development Bank (IDB)




San Juan, PR - Puerto Rico estará presente  en la exposición colectiva Sidewalk of the Américas que organiza el Inter-American Development Bank (IDB) a través de los artistas Santiago Flores-Charneco y Carlos Martínez-Palmer la cual es una instalación de arte público itinerante que viajara por las Américas.

Una pieza de arte taíno que ha estado almacenada por varias décadas en el depósito de un importante museo estadounidense, y una pintura en acrílico sobre tela ensamblada, que actualmente forma parte de una colección privada en Puerto Rico, volverán a ver la luz del día en una instalación de arte público a presentarse de forma itinerante en varias ciudades de las Américas, comenzando esta semana en la ciudad de Mendoza, Argentina, y culminando en la ciudad de Washington, D.C. donde se presentará el verano próximo.

Santiago Flores-Charneco (foto inferior)
y Carlos Martínez-Palmer (foto superior)

La pintura, completada en el 2015 con el título ‘Azulejos III: el Río’, junto a un asiento ceremonial fabricado hace unos 800 años por los taínos de las islas Turcas y Caicos, han sido la fuente de inspiración para dos artistas visuales puertorriqueños que las presentan en el ‘Paseo de las Américas’, un proyecto de exhibición itinerante organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, con base en la capital federal. Sobre ochenta artistas provenientes de Canadá, Estados Unidos, México, el Caribe, Centro y Sur América participan en este proyecto de exhibición, que consiste en una pasarela de estampas impresas de obras de arte donde los visitantes pueden, en cierto sentido, caminar por una vereda desde Canadá hasta la Argentina, para examinar el arte de los pueblos del continente americano e islas caribeñas.

La pintura en acrílico sobre tela ensamblada, obra de Santiago Flores-Charneco, se caracteriza por la fragmentación del soporte, con pedazos de pintura cosidos manualmente, y sobre los cuales, en ocasiones también se aplican trazos de color. Según señalara una crítica de arte, la obra de Flores Charneco nace de un proceso creativo revertido, o, dicho de otro modo: un proceso de creación-destrucción-creación, donde el picar y cortar se torna en parte del proceso creativo mismo.

Por otra parte, la obra inspirada en el asiento taíno pone de manifiesto una conexión iconográfica con otros asientos ceremoniales antiguos de las Antillas, provenientes tanto de las Bahamas, como de Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, piezas que también utilizaron una decoración similar al asiento de las islas Turcas y Caicos —señala el artista e investigador Carlos Martínez Palmer, autor de la obra en referencia. El análisis de los asientos taínos ha llevado a este investigador a sugerir una hipótesis sobre el significado de todas estas decoraciones, incluyendo las del asiento de islas Turcas y Caicos, descubierto en 1876 en una cueva del poblado Blue Hills, en Providenciales, y que hoy se encuentra en el National Museum of Natural History, del Smithsonian Institution.



El asiento de islas Turcas y Caicos, al igual que otros asientos antiguos en las Antillas,  está decorado con espirales sigmoides talladas en parejas, es decir, juegos de espirales conectadas entre sí, unas con giro a la izquierda y otras con giro a la derecha, que al combinarse crean la imagen compuesta de espirales con giro en ambas direcciones —menciona el investigador Martínez Palmer— lo que le ha llevado a sugerir que el motivo de las espirales sigmoides parece representar a los tres seres míticos taínos asociados con el evento atmosférico del huracán. Al momento de su descubrimiento, el asiento taino estaba bastante deteriorado, tanto así que había perdido una tercera parte de la decoración tallada, pero este deterioro fue reparado por Martínez Palmer en su nueva propuesta de arte, permitiendo así que el diseño de la pieza original vuelva a ver la luz del día en esta instalación de arte público.

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