Adquieren obra del puertorriqueño Santiago Flores-Charneco para The Washingtonia Collection


El artista puertorriqueño Santiago Flores-Charneco


Washington DC - La Comisión de las Artes y las Humanidades de Washington, Distrito de Columbia, recientemente anunció la adquisición de una pintura titulada ‘Manbo Bonbóm’, del artista puertorriqueño Santiago Flores-Charneco, como parte de su programa Art Bank: The Washingtonian Collection. Actualmente la colección tiene sobre 2,700 obras de arte, instaladas en más de 150 espacios del gobierno del Distrito de Columbia como parte de su programa de exhibición. Cada año la comisión convoca a los artistas residentes de Washington DC., a someter sus propuestas para consideración de compra. Un comité evaluador selecciona las propuestas de los candidatos y hace la determinación final. Una vez que las obras pasan a ser adquiridas, el programa de la comisión Art Bank se encarga del enmarcado y de instalarla en algún espacio público del gobierno capitalino, proveyendo a los residentes de la ciudad una nueva experiencia con el arte.

‘Manbo Bonbóm’ - The Washingtonia Collection 

Santiago Flores-Charneco, con apenas cinco años residiendo en el enclave del barrio Latino que por décadas ha existido en la zona de Columbia Heigth, en Washington, DC, nos comenta de su obra: …“Esta pintura refleja el estilo de vida festivo del Caribe, el exuberante paisaje tropical, su gente y sus tradiciones; reafirma también una estética que responde a un gusto afro-caribeño que destaca los elementos decorativos de nuestras tradiciones y celebraciones populares. Por ejemplo, el exceso cromático en mis pinturas y la integración del elemento brillante de la lentejuela de diferentes tamaños apuntan inevitablemente a los personajes populares del Carnaval caribeño y a las banderas del vudú haitiano. Específicamente, la escena de esta pintura presenta a un grupo de cuerpos fraccionados en una manifestación dinámica de erotismo a través de una combinación de figuración y abstracción; sus posturas de desvinculación, espectáculo y festejo, junto con el despliegue de ritmos y cadencia, reflejan el sensual libertinaje melódico que distingue el estilo de vida caribeño.”

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