PRART NEWS –
Este año se cumplirán 5 años con relación a uno de los robos más importantes ocurridos al patrimonio
cultural de Puerto Rico, tres obras de arte que tienen un valor
incalculable para el pueblo puertorriqueño y que fueron robadas de la Galería Nacional del
Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), antiguo Convento de los
Dominicos, ubicada en la calle Norzagaray, en el Viejo San Juan entre el sábado
18 y el lunes 20 de diciembre de 2010. Nos
referimos a las tres obras robadas de nuestro primer pintor puertorriqueño José Campeche Jordán (1751-1809).
Las tres
piezas robadas fueron:
Virgen del
Carmen, pieza del Taller Campeche, realizada por un discípulo del pintor José
Campeche para el 1829. Se trata de un óleo sobre madera con inscripción y marco
que mide unas 12 pulgadas por nueve pulgadas. La obra tiene un valor de tasación
para seguro de $30,000.
La Virgen
de Belén, conocida por Virgen de la Leche, porque es una representación de la
virgen lactando al Niño Jesús. Fue pintada por Campeche en 1806. Es un óleo
sobre madera de 12 1/2 pulgadas por 9 1/2 pulgadas. Con un valor para seguro de
$80,000.
Virgen del
Carmen. Oleo sobre madera pintada por Campeche entre los años 1785 y 1809.
Tiene un tamaño de 7 3/4 pulgadas con 3 3/4 pulgadas. Con un valor para seguro
de $80,000.
Según las
investigaciones preliminares la
manera en que fueron robadas y sacadas de la Galería Nacional en el Instituto
de Cultura Puertorriqueña (ICP) hace pensar en la teoría que fue un robo
interno o de alguien que sabia los procedimientos de la agencia para remover obras de sus salas.
Ya que durante la investigación no
encontraron puertas o ventanas rotas o violentadas y forzadas. Además
en el lugar de las obras los delincuentes dejaron colgados o pegados un papel con las
indicaciones: "Esta pieza se encuentra prestada en otra exhibición” muy
similares a los usados por la institución
para las ocasiones que prestan obras a otros museos.
Lo que indica según los investigadores que
posiblemente fue un robo interno o de alguien que conoce de arte y que estaba familiarizado
con los procedimientos de la Galería Nacional ya que sabía lo que tenía que hacer para disimular el robo. Para la
fecha del robo la Galería Nacional del Instituto de Cultura Puertorriqueña
(ICP) no contaba con cámaras de seguridad, pero tenía un sistema de alarma que fue activado el
sábado justo antes de cerrar el lugar y los cuatro accesos que tenia la institución estaban custodiados con un guardia de seguridad apostado en cada uno de ellos durante el fin de
semana del robo. Lo que lleva con fuerza a la teoría que el mismo fue un robo
interno.
Lamentablemente al día de hoy no se tienen sospechosos por
este robo y no pudimos evitar la pérdida de estas grandes obras pertenecientes a
nuestro patrimonio cultural.
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