Por Edwin Velázquez
Collazo
En un caminar
solitario de un caluroso sábado en la mañana me fui a disfrutar del arte urbano por las calles
desoladas y deterioradas en mi barrio de Santurce. El sector comenzaba a coger
vida por el alboroto de los transeúntes y la música de los hogares en mi ruta
para descubrir la vida muralista de los proyectos de arte urbano allí
realizados.
Mural de Sofía
Maldonado deteriorado
y grafiteado en la Ave. Fernández Juncos
Subiendo y bajando por las calles Cerra, Monserrate, Hoare, el Barrio Gandul y aéreas limítrofes, dialogue con deambulantes, residentes y caminantes
para tener un panorama claro de cómo se
percibe el arte urbano en el sector.
Muchos coinciden en
que estos proyectos de arte público son meritorios en su función de exponer y difundir
el arte joven y emergente del país, pero a su vez son contradictorios porque es un arte
urbano que muchas veces no los representa y que a su vez pueden abonar a la
imagen de decadencia y abandono del sector.
Me explico, después del todo el glamour de celebración durante un fin de
semana festiva donde sólo estábamos viendo y disfrutando una mitad del proceso,
la fiesta, la bebida, la bohemia y el amiguismo cultural, viene la otra mitad
del proyecto el deterioro inmediato de
este arte urbano producido por el sol, la lluvia, la contaminación, el
pasquinaje y grafitti vandálico. En teoría, el arte urbano puede cambiar la apariencia del sector de
Santurce con su discurso estético, pero, en la práctica, puede ofrecerle al sector una muestra de
descuido y en lugar de embellecer terminarían profundizando la mala imagen del
mismo.
Mural en la Calle Cerra
en abandono
y deteriorado
Lo cual me pone a
pensar si estos proyectos de arte urbano no se han convertido en solo un acto
ilusorio de maquillaje cosmético y marketing urbano que utiliza al arte para ocultar la miseria y el abandono de una
ciudad dual. No dudo que estos proyectos de arte público y urbano sea un
verdadero esfuerzo efectivo como iniciativa
para crear conciencia sobre el
abandono del sector de Santurce y sean clave
en el esfuerzo por revitalizar el mismo, pero, la realidad es que en mucho de
este arte urbano realizado no representan o visualizan a la comunidad que allí vive y reside, su historia, idiosincrasia,
anécdotas, su diario vivir.
Aunque la retórica
urbanística hable de procesos de participación ciudadana, nos preguntamos por qué la comunidad no se puede
sentir identificada con el arte urbano allí realizado. Si analizamos bien la
gran mayoría del arte urbano de Santurce no es un arte comunitario que implique
participación vecinal en el proceso
constructivo de la obra, no generan identidad comunitaria porque no hay
asociación entre los temas y el sector. Porque para que el arte urbano sea
comunitario y un factor en el cambio social implica el empoderamiento de los miembros de
la comunidad para crear obras con los
artistas en búsqueda de un beneficio o mejora social (por encima de unos logros
estéticos y egos personales), implica un acto colaborativo en donde el artista
delega parte de sus funciones tradicionales creando obras de arte en un
contexto del barrio, de comunidad, de grupo.
Murales en la calle Cerra
en proceso de deterioro y abandono
Lo que hemos visto hasta
ahora es un arte urbano que ha sido impuesto por los artistas desde que
reclamaron hace varios años las paredes del barrio Santurce. Uno que ha perdido
muchas veces la capacidad de producir imágenes que integren a los diferentes grupos que componen a uno de los sectores más
multiculturales de San Juan donde se concentran personas de diversas culturas,
razas, religiones, condiciones sociales, la pequeña naciones unidas del Caribe,
donde cohabitan dominicanos, cubanos, haitianos, puertorriqueños y de otras
islas o países que representan la complejidad social, racial y étnica de un
barrio sandunguero y caribeño. Me
pregunto entonces tomando prestado el título del libro publicado recientemente
por el Dr. Fernando Picó donde están “Santurce y las Voces de su Gente” en el
arte urbano de Santurce.
Muy bien estipulado, y gracia por abrir Ia crítica tan necesaria al arte urbano. En mi defensa, el mural ejecutado fue para crear conciencia del maltrato a la mujer y la obra fue donada a la fundación Matria y otras fundaciones que deseen usar la imagen con el propósito de crear conciencia y conseguir fondos para la causa. El mural dio paso a colaborar en un segundo proyecto con una joven del proyecto Matria. Yo creo que los proyectos comunitarios pueden desarrollarse con la comunidad santurcina o cuando el mural tiene alguna contribución o desenvolvimiento conceptual con una temática que promueva la colaboración con alguna entidad sin-fines de lucro o causa social. Inclusive comenzando con la consideración y respeto arquitectónico del área a ser intervenida. Pintar por pintar puede ser un acto extremadamente egoísta, cuando se trata de arte en sectores públicos que invaden la paz de una comunidad con la cual el artista no ha logrado una interacción genuina y responsable.
ResponderBorrarCual defensa si no hay acusados solo víctimas...
ResponderBorrarCuando RescatArte de Rio Piedras comenzo a trabajar nuestro projecto de arte urbano teniamos como meta abrir el trabajo de los muralistas a algo mas amplio; tenemos una propuesta que incluye talleres de todo tipo de arte, musica, poesia, baile, deportes, preservacion historica, autogestion y claro embellecimiento publico, mas sin embargo todos, desde el gobierno hasta la universidad nos dieron la espalda, el sector privado nos aplasto y quedamos igual que los edificios que intentamos rescatar; en ruinas, intentando levantarnos nuevamente.
ResponderBorrarGracias por sus comentarios al respecto, como dice Sofía Maldonado con el articulo solo pretendo abrir abrir una puerta a la discusión y análisis sobre lo que ha pasado en el arte urbano hasta ahora y sus responsabilidades o compromiso con las comunidades intervenidas.
ResponderBorrarEdwin Velázquez Collazo gracias por abrir esta puerta a la discusión sobre arte urbano en especial área de Santurce. Cuando conversé con residentes del área les preguntaba si fueron consultados, colaboraron, entrevistados y como se sentían con los famosos murales. Lamento y con mucho respeto indicaron no se identificaban con la realidad de su entorno y lo que ahí sucede. Para los que recordamos a santurce antes y el ahora el cambio es enorme en beneficio hacia un sector privilegiado dejando a los santurcinos en desventaja social. Qué pasó con el Santurce lleno de vida con tiendas, comercio, áreas con una diversidad étnica. Lo mismo observo en Rio Piedras, recuerdo las tiendas, vendedores ambulantes y calles un sábado abarrotadas por transeúntes en busca de buenos precios y calidad. Que tenemos ahora, cual es la realidad de estas áreas, tener gran cantidades de locales de restaurantes, pub, lugares para beber, eso no era. Como podemos levantar áreas que desean seguir destruyendo y edificios maquillados donde el paso del tiempo les devuelve su deterioro y olvido de lo que un día fueron. Pienso que no es lo mismo limpiar con Mistolin cuando hay King pine y Lestoil, no decoro para disimular o tapar sino para transformar, denunciando los atropellos y anunciar el sentir de un sector.
ResponderBorrartenia una foto de unos jacks rojo puedo verlo
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