Escribo
estas notas desde mi punto de vista como artista y espectador por cuanto no
hablare sobre las obras en especifico, eso se lo dejo a los críticos, filósofos
y historiadores de arte, sino sobre la experiencia perceptual que recientemente
disfrute al confrontar todos mis sentidos ante la obra de Elsa María Meléndez, a
quien solo conocía a través de las redes sociales al igual que su obra. Que
delicioso manjar estético fue este encuentro con la obra de una artista sincera
que posee una madurez plástica que sin lugar a duda la catalogan como una de
las mejores artistas jóvenes de Puerto Rico y el Caribe actualmente dentro del arte contemporáneo.
Al encontrarme de frente a la misma me confronte con una obra donde los planteamientos se conjugan excelentemente con las ideas para convertir las mismas en dignas pitonisas seductoras para los espectadores. Meléndez nos invade, agobia, arropa y golpea contra una enredadera de objetos, peluches, telas rotas, cosidas, impresas, estrujadas que se entrelazan como la vida misma.
Así como
las “Perretas” infantiles de los niños para conseguir algo o como cuando
alguien se aferra a algo, esta joven creadora de primera intensión nos presenta
una serie de obras que te inducen, someten y agarran en una confrontación con lo cultural y lo
femenino que habita en la sociedad puertorriqueña. La artista no solo critica y
estruja en nuestro rostro lo machista y hostigadores que podemos ser a veces
los hombres, sino que también critica nuestro acomplejado ámbito cultural.
Esta
artesana, reparadora de sueños inconclusos nos presenta una obra que va a
repercutir en nuestras vidas no solo por la fuerza de su intensión sino por la vorágine
visual de su propuesta la cual nos profundiza con una obra feminista,
matriarcal y liberadora.
A través de toda una variedad de técnicas o expresiones artísticas como el grabado, el montaje, el collage, la instalación, el textil, la serigrafía, la xerografía o el medio mixto esta gran creadora no solo nos recuerda toda una herencia de la mujer costurera puertorriqueña sino que también entrelaza nuestros pensamientos para percibir una sociedad llena de prejuicios contra la mujer trabajadora, sexy, amiga, soltera, amante, artista en fin el castigo de haber nacido mujer.
A través de toda una variedad de técnicas o expresiones artísticas como el grabado, el montaje, el collage, la instalación, el textil, la serigrafía, la xerografía o el medio mixto esta gran creadora no solo nos recuerda toda una herencia de la mujer costurera puertorriqueña sino que también entrelaza nuestros pensamientos para percibir una sociedad llena de prejuicios contra la mujer trabajadora, sexy, amiga, soltera, amante, artista en fin el castigo de haber nacido mujer.
Foto: cortesía de la artista
Como
espectadores debemos presentarnos a esta excelente muestra sin prisa, miedos o
prejuicios y confrontarnos ante una obra
donde nos veremos reflejados,
desorientados y hostigados como individuos en una “Perreta” donde el todo se
vuelve uno. Que la disfruten!
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