Por Edwin
Velázquez Collazo
San Juan, PUERTO
RICO - Vengo observando la obra de José Luis Vargas (N. 1965) desde mediados de
la década de los 80 cuando a sus 24 años, recién terminado su Bachillerato en
Arte del Pratt Intitute de Nueva York
(1988), alcanzo gran visibilidad en la plástica puertorriqueña a través de sus
exposiciones individuales en la Liga de Estudiantes de Arte (1986 y 1988). Para
ese tiempo realizaba imponentes obras en gran formato.
Obra reciente de José Luis Vargas
Luigi Marrozzini Gallery octubre de 1990.
De esa época pictórica
me acuerdo del emblemático retrato “Ismael” y la obra “Escuela para Ciego”, dos
obras de una serie de pinturas que el artista realizo sobre telas crudas y
estrujadas con fondos donde integraba imagen y textos aplicados en oleo y café para crear en ellas unas especies de atmosferas sagradas
como si fuesen residuos de alguna actividad religiosa africana de
las tantas que se practican en nuestro Caribe.
Una obra sobre la vida y la muerte y sus vez tan nuestra. Para esa misma
fecha obtiene el 1er Premio de el Certamen de Arte Joven del Chase Manhattan
Bank (1989).
Obra
reciente de José Luis Vargas
Luigi Marrozzini Gallery octubre de 1990.
Junto a el y
los artistas Fernando Colon, Carlos Rivera, Aaron Salabarrias y José López, participe de “Trasatlántica”
una de la mas importantes exposiciones colectivas de artistas jóvenes que se
presento en Puerto Rico en los principios de lo 90 según la critica de arte. Para principios de la década de los 90 José
Luis Vargas se traslada para
Inglaterra para hacer su Maestría en Pintura
en el Royal College of Art de Londres (1992-1994). Regresando posteriormente a
la isla con una nueva obra donde se percibía una fuerte influencia de un estilo
que se permeaba entre los nuevos artistas
jóvenes británicos, o YBAS de esa época,
donde algunos de ellos trabajaban unas especies de obras que a veces rayaban en la
caricatura de temas sobrenaturales, ovnis y seres extraños.
Esta obra reciente
en un principio no fue bien recibida por el panorama local del arte, ya
que la misma se percibía muy europea,
inglesa y fría. Se percibía un
distanciamiento de su obra de principios hacia una obra no identificada con
nuestra esencia mística caribeña. La década de los 90 fue un proceso de cambios,
transiciones y recuperación para al artista
de esa magia en su obra. Llegando a exhibir para esa fecha en la Galería
Luigi Marrozzini, San Juan, (1990); Liga de Arte de San Juan, PR.(1992); Museum
of Oxford, Inglaterra (1992); Galería Botello, PR. (1994); Gutsch Gallery,
Lucerna, Suiza,(1994); 1997 Phoenix Gallery, Brighton, Inglaterra (1997); Galería
Botello, PR, (1998).
Durante ese
tiempo también trabajo en Iniciativa
Comunitaria una organización sin fines de lucro que
ofrece sus servicios a grupos
minoritarios y marginados de la sociedad puertorriqueña. Experiencia que sin
lugar a duda lo lleva a retomar con fuerzas el camino iniciado décadas atrás.
“El Museo
de Historia Sobrenatural”
Liga de
Arte de San Juan (2006)
Foto cortesía de Box Score
Por
que es partir inicios de la década del 2000 que comenzamos a ver la ebullición
de esa búsqueda en su obra cuando vemos en su pequeña retrospectiva “El Museo
de Historia Sobrenatural” en la Liga de Arte de San Juan (2006) donde se conjugan su pasado y
presente. En esta década su obra resurge con una madurez temática y pictórica
que vuelven a situarlo sólidamente en el panorama del arte puertorriqueña. Posteriormente a presenciar su exposición “El Retorno de los
Garadiávolos” en la Liga de Arte de San
Juan (2008) y finalizando la década una gran muestra individual “En algún lugar
de la memoria” en el Museo de de Arte de Caguas (2009). En la misma presento obras
donde incorpora iconos populares, símbolos y alegorías que tanto han definido
sus obras a través de los años. Imágenes que nos evocan recuerdos del pasado,
una simbología llena significados que
atraviesan el tiempo.
Es en su más
reciente muestra individual “¡Vidente desde
niño!” en las facilidades del Antiguo Arsenal de la Marina Española en La
Puntilla del Viejo San Juan que vamos a observar totalmente el manifiesto
expresivo en la obra de este gran artista puertorriqueño. La misma
en su mayoría realizadas sobre papel y obras en gran formato nos presente su
mundo imaginario, irónico, chabacano y popular del Caribe que tanto han
definido su trabajo de los últimos años. En ella podemos apreciar sus mas
recientes excelentes apropiaciones de la pintura haitiana donde vemos
nuevamente su mítico y emblemático rostro o deidad africana que lo ha
acompañado en algunas de sus obras a través de los años en una especie de
dialogo ancestral.
Esta interesante
muestra estará hasta el 26 de abril de 2104 en un horario de martes a sábado de
9:00 am 12:00 – 1:00 a 4:30 pm. Para más información sobre las exhibiciones y
los horarios de visita puede llamar al 787-724-5932 o escribir a
aplasticas@icp.gobierno.pr .
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