Impactante y colectiva instalación de zapatos en honor a los muertos del huracán María



Por Edwin Velázquez Collazo

Por décadas artistas plásticos han usado los zapatos en sus obras y también la sociedad se ha manifestado con ellos como parte de una crítica o protesta social silenciosa contra las formas deshumanizadoras que han sufrido como pueblo. Tan recientemente bajo la convocatoria de la organización Avaaz se realizó una instalación con 4.500 zapatos en el centro del barrio europeo de Bruselas denunciando la situación en Gaza y el conflicto palestino-israelí. El pasado 13 de marzo de 2018 un grupo de activistas colocaron alrededor de 7000 pares de zapatos frente al Congreso de los Estados Unidos para mostrar sus protestas contra los frecuentes tiroteos en las escuelas ocurridos como en la escuela Sandy Hook de Connecticut y la escuela Parkland, Florida.

Este fin de semana le tocó a Puerto Rico el llevar este tipo de protesta silenciosa como acto de reclamo por las muertes ocurridas ante el paso del huracán María en la isla a raíz del estudio publicado en el New England Journal of Medicine realizado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard con el apoyo la Universidad Carlos Albizu y la Escuela de Medicina de Ponce.




El estudio revela la posibilidad de que al menos "4.645 personas murieron" por la interrupción de los cuidados de salud y fallos en los servicios médicos públicos dada la falta de electricidad y los daños a la infraestructura reportados tras el huracán.

Estos resultados desencadenaron un malestar colectivo en la sociedad puertorriqueña, ante la insistencia del gobierno en oficializar las muertes en solo 64 personas cuando otros organismos como el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) desde diciembre vienen señalando en sus reportajes que hubo más muertes a causa de este fenómeno atmosférico.



Por lo tanto, como una manera de honrar a sus muertos la sociedad civil decidió hacer una convocatoria por las redes sociales invitando a la gente a llevar zapatos desde las 11 de la mañana del viernes 1 de junio hasta el mediodía del domingo 3 de junio a la Plaza de la Democracia frente al Capitolio.

Allí se personó este servidor en la mañana del sábado 2 de junio a llevar mi aportación por todo aquel conocido o amigo que perdió su vida, por los familiares que aún están sin luz y pasando vicisitudes. En el lugar conocí y lloré junto a otras personas que fueron a donar zapatos en honor de vecinos, amigos y familiares que habían fallecido. No había nadie en eso zapatos al igual que el vacío de nuestros corazones ante estas pérdidas.




La instalación representa "a aquellos que no pueden andar nunca más" y cada par de zapatos nos recuerda el propio acto de recordación y luto del pueblo puertorriqueño. 

Recordemos y honremos a los que ya no están y el sufrimiento que tuvieron que pasar antes de poder descansar. Para mí ha sido impactante lo que sentí en el lugar, un luto colectivo muy poderoso. Que unió a muchas almas que fueron allí a desahogar sus penas, frustraciones e inmovilidad ante lo que se habían enfrentado. Por fin allí encontraron algo de paz, lloraron con extraños, narraron sus historias, sintieron un abrazo colectivo y dejaron ir a sus muertos.

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