Fracaso, despilfarro y muerte del Proyecto de Arte Público en Puerto Rico

Por Edwin Velázquez Collazo

Años después de la imposición de este proyecto debemos revivir el análisis sobre los beneficios o éxito del mismo a pesar de que el proyecto fue un fracaso como modelo. Para comenzar debemos definir que es arte público por lo tanto usare como referencia la dada por Óscar Navajas Corral de la Universidad Antonio de Nebrija en Madrid que lo define de la siguiente manera: “El arte publico, entonces, debe estar ligado al acto creador del artista y a la identidad del lugar y de la población para el que esta destinado. El arte publico debe estar, según estas afirmaciones, en un equilibrio entre la creación, como acto espiritual en posesión de unos pocos, y la democratización, como participación comunitaria de una nueva infraestructura social que va ser identificada por todos.”

En esencia, el arte publico debe ser un síntoma de calidad de vida. Como apuntábamos anteriormente, debe ser un referente para toda una comunidad, un ente vivo que exprese el bienestar de una población, una población normalmente de dimensiones y carácter local.” “Para llegar a este estado de calidad de vida, de bienestar social, cultural y económico, la implantación de una obra de arte debe o debería, someterse al filtro de la Identidad. Llamamos cualidad de identidad aquello que es igual al otro. La identidad cultural es lo que une a una sociedad hacia un fin en común. Es lo que los hace característicos y, a la vez, diferentes al resto del mundo.” “El arte publico, por tanto, debe encaminarse tanto al bienestar social como al incremento de cohesión cultural: debe participar de la conciencia de una cultura común a toda la comunidad”

Inicios del Proyecto

Los inicios lo ubicamos en 1998 con el Proyecto de Arte del Municipio de San Juan, el Comité del Proyecto de Arte Publico del Municipio de San Juan estaba integrado por Luis Hernández Cruz, Mirna Rodríguez, María Somoza, Miguel A. Ferrer, Paquita Vivó y el Arq. Miguel Rodríguez, bajo la incumbencia de la alcaldesa Sila María Calderón quien estableció el proyecto con un presupuesto de entre 3 y 4 millones para seleccionar 25 obras escultóricas de artistas puertorriqueños ha ser ubicadas en diversos lugares de la ciudad de San Juan.

Posteriormente Sila María Calderón es elegida gobernadora de Puerto Rico y aprueba en el 2001 la Ley Núm. 107 de 16 de agosto de 2001, conocida como “Ley de Arte Público del Estado Libre Asociado de Puerto Rico” a fin de extender a un dos (2) por ciento la deducción a favor del Fondo de Arte Público, sobre el costo de construcción de estructuras públicas, disponer que un porcentaje del mismo será reservado para la construcción, restauración, preservación o mejoras de estructuras y facilidades regularmente utilizadas y adecuadamente habilitadas, para realizar las distintas disciplinas del arte cinematográfico, musical, dramático y publicitario y para adoptar la reglamentación, la estructura y el procedimiento para dar cumplimiento a la presente Ley. Con esta ley también fue creada la Comisión de Arte Publico del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Asignando la suma inicial 25 millones de dólares para comenzar el Proyecto de Arte Publico de Puerto Rico y la creación alrededor de todo el país de 100 obras de arte publico.

Obra de Carlos Guzmán con efectos del deterioro Foto cortesía de Donde Veo Arte

La Fiebre del Arte Público

El arte público también contagio un sinnúmero de alcaldes en varios pueblos (Carolina, Bayamón, Caguas etc.), de la isla quienes copiaron el proyecto y comisionaron varios proyectos para sus municipios. Indudablemente no todas las obras comisionadas están bien logradas en términos de diseño y ubicación. Con un carácter esencialmente decorativo en su mayoría son fallidos intentos de arte público convertidos en una agresión y contaminación visual. Se estima que en los pasados años se han comisionado en nuestro país sobre 400 proyectos de arte público (fuentes, esculturas, bustos, estatuas, murales etc.) entre comisiones estatales y municipales.

Según Óscar Navajas Corral “En la planificación urbanística del creciente mundo globalizado, las calles, la plazas, las entradas a las ciudades o los parques se complementan con obras de arte contemporáneo impuestas por los gobiernos y administradores que ostentan el poder político. Las decisiones de imposición de este tipo de artefactos artísticos nos están sujetas al dialogo social y comunitario, sino a la creencia del bienestar social. Cuanto mas desarrollada económicamente esta una población, cuanto mas bienestar económico y social posee, mas obras publicas y de arte publico son programadas y ejecutadas.”

Despilfarro gubernamental?

Actualmente muchas de las obras que se realizaron a través del proyecto del Municipio de San Juan y del gobierno estatal se han transformado de un arte público hacia un arte efímero por los efectos del tiempo, la contaminación, el robo y el vandalismo.  La periodista Sandra Caquías Cruz en el articulo “Millones tirados por la borda” de El Nuevo Día nos menciona algunos de los mal logrados proyectos de arte publico como parte de $71.4 millones de dólares en obras fantasmas traducidas en perdidas de fondos públicos.

"Cangrejos” Bancos escultóricos de Adelino González en la Avenida Ponce de León de Santurce sufrió de de vandalismo mediante el robo de sus palancas. Foto cortesía Avenida de las Artes.

El proyecto de arte público de Puerto Rico en función fue novedoso y atractivo, pero, volvemos a la misma historia, la continuidad de los proyectos financiados por el gobierno u oficinas gubernamentales de Puerto Rico-luego de diseñados y realizados-son condenados al olvido. Ante la no continuidad del programa – la oficina del proyecto bajo la sombrilla del Departamento de Transportación y Obras Publicas fue cerrada - debemos preguntamos: ¿Porque no se creo un plan de restauración, reparación y mantenimiento de las obras de Arte Público? ¿Qué guías se utilizaron para establecer el proyecto? 

En el libro "Going Public: Afield guide to developments in art in public places" considerado una de las principales referencias en Estados Unidos indica que se deben establecer guías claras para el mantenimiento y conservación de las obras para este tipo de proyectos. Actualmente el Miami-Dade Art in Public Places, con mas de 700 obras, considerado el principal e innovador modelo de proyecto de arte publico en Estados Unidos utiliza el 15% de toda obra nueva comisionada para el fondo de mantenimiento y conservación de su colección. Además estableció en 1983 un innovador programa educativo de kinder a grado 12 que integra el arte público como parte del curriculum educativo de la ciudad.

Idea inicial del Proyecto Recycle, de la firma de diseño Lot-Ek

¿Acaso el proyecto de arte público fue un mecanismo político para demostrar inversión en la cultura? ¿Fue un plan propagandista para vender la imagen de Puerto Rico como un país moderno, civilizado y abierto al mundo? ¿Dejaremos que la situación económica por la que a traviesa el país sea la excusa para tirar al desperdicio sobre 28 millones invertidos en proyectos de arte publico?

En este cuadro tan deprimente tampoco hemos visto una fuerte crítica o reclamo de los artistas participantes e instituciones culturales en contra de la falta de atención a esta sensible área que debió ser un objetivo para preservar las obras como parte del patrimonio cultural puertorriqueño.

Proyecto Recycle, de la firma de diseño Lot-Ek  que fue abandonada  y con los efectos de  vandalismo.  
Foto Cortesía de BoxScore

Final y muerte del proyecto


Lamentablemente, quizás nunca tendremos repuestas a nuestras preguntas y los artistas verán sus obras condenadas al deterioro y el olvido. La falta de visión y propósitos gubernamentales relacionados con el arte y la cultura llevo el 11 de agosto del 2010 al Senador Rivera Shatz a presentar el proyecto P. del S. 1704 con la cual se derogo la Ley Num. 107-2001conocida como “Ley de Arte Público del Estado Libre Asociado de Puerto Rico” y trasfirió todos sus fondos disponibles del Fondo Estatal de Arte Publico al Fideicomiso de lo Niños adscrito al Banco Gubernamental de Fomento. Además de disponer que el mantenimiento y conservación de las obras de arte adquiridas en virtud de dicha Ley serán responsabilidad de la agencia que administra o posee las instalaciones o edificaciones en donde se encuentran las mismas, en coordinación con el Instituto de Cultura Puertorriqueña, dando punto final al Proyecto de Arte Publico en Puerto Rico y una estocada al arte puertorriqueño.

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